Carne y otros alimentos contra el síndrome postvacacional

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Carne y otros alimentos contra el síndrome postvacacional
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Para la vuelta a la rutina nada mejor que una dieta equilibrada

Cada año, cuando el verano toca a su fin, se oye hablar del temido síndrome postvacacional. Y es que el regreso a la rutina suele convertirse en un trance difícil de afrontar. De hecho, lo es para casi la mitad de los españoles. Sin embargo, la forma en que afrontemos la vuelta al trabajo, seguir unos hábitos saludables y alimentarnos de manera adecuada puede ayudarnos a hacer mucho más llevadero este momento del año.

 

¿Cuáles son los síntomas del síndrome postvacacional?

Según indican las encuestas, en torno al 45% de la población de nuestro país dice acusar los síntomas del síndrome postvacacional. Tales síntomas no sólo tienen que ver con la parte emocional y psicológica del asunto (cambiar la playa por la oficina siempre es complicado, por otro lado), sino que también pueden presentarse efectos físicos de malestar y cansancio. El cuadro de síntomas cambia de unas personas a otras: desde molestias abdominales a problemas de concentración, desde irritabilidad a falta de apetito, desde somnolencia a dolores musculares. Para combatir este estado, no hay nada mejor que una dieta rica y variada en la que no podrán faltar los nutrientes contenidos en la carne, las verduras, las frutas, el pescado, etc.

Vida sana y una dieta equilibrada

Cuando volvemos de vacaciones, es aconsejable un pequeño período de adaptación. Conviene adelantar levemente el regreso, aunque sea un día, para aclimatarnos en mayor medida a los nuevos horarios y al ritmo de trabajo. En las primeras semanas el cuerpo nos pedirá mucho descanso, y no debemos descuidar ese aspecto. Pero también alternar dicho descanso con la práctica de ejercicio moderado, nos hará sentir mejor física y anímicamente. Un paseo de una hora al día sienta genial.

¿Cómo dejamos atrás los excesos alimenticios del verano? Por supuesto, todo empieza por eliminar o moderar el consumo de alcohol, en el caso de que nos hayamos excedido, y vigilar otros productos con elevadas cantidades de azúcar, sal, cafeína, como por ejemplo los refrescos, los dulces, la «comida basura» o los productos ultraprocesados, que frecuentemente se ingieren en cantidades excesivas durante el verano.

Lo ideal es seguir una alimentación equilibrada (como recomienda la Sociedad Española de Nutrición Comunitaria SENC) basada en el consumo de legumbres, frutas, verduras, carnes y pescados, y con el aporte también de frutos secos, huevos, lácteos… A los beneficios que habitualmente tiene una dieta variada, con presencia diferentes tipos de alimentos, se unen las propiedades específicas de algunos de ellos que pueden ayudar a aliviar algunas molestias como el decaimiento y la fatiga.

Las propiedades de los alimentos como la carne

Algunos alimentos pueden darnos la energía y los nutrientes que necesitamos para elevar nuestro bienestar físico, nuestro estado de ánimo e incluso, aumentar nuestra capacidad de concentración.

Por ejemplo, frutos secos como las nueces, tienen un alto contenido en proteínas y contienen ácidos grasos omega 3. Las frutas, las verduras son ricas en fibra, además de aportarnos vitaminas como la C, la A o la E. Y el alto contenido en triptófano del cacao, y naturalmente de los productos cárnicos, contribuyen a mejorar nuestra disposición emocional.

La carne es rica en aminoácidos, vitaminas y minerales. El hierro que nos suministra la carne, así como la vitamina B12, contribuyen a la reducción del cansancio y la fatiga. Otros nutrientes como el potasio contribuyen al normal funcionamiento de nuestro sistema nervioso. Y el zinc tiene la facultad de contribuir a una normal función cognitiva.

Y como hemos dicho, el triptófano es un aminoácido esencial que el organismo emplea en la creación de serotonina, la hormona de la felicidadEl cuerpo obtiene el triptófano a través de alimentos como la carne, los lácteos, el pescado, frutos secos como las nueces o las legumbres.Y no sólo eso, sino que además, la carne es rica en magnesio, que contribuye a la normal síntesis de proteínas; y en vitamina B6, que ayuda a su normal metabolismo.

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