Comer carne durante el embarazo

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Comer carne durante el embarazo
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La alimentación en la mujer embarazada, comer carne durante el embarazo, 100% saludable

Vitaminas y minerales de la carne

Los productos cárnicos aportan vitaminas importantes, como por ejemplo, la vitamina B12 y la vitamina B6. Entre las muchas propiedades de estas vitaminas, encontramos su función sobre la diferenciación celular, algo esencial durante el embarazo. La vitamina B12 contribuye al proceso de división celular y contribuye al funcionamiento normal del sistema nervioso. Además, la vitamina B6 ayuda a regular óptimamente la actividad hormonal. Cortes como chuletas y carne magra de cerdo o chuleta de cordero y ternera, son fuente de vitamina B12 y el solomillo de cerdo y la carne magra de ternera son fuente importante de vitamina B6 y en carnes como el conejo existe un alto contenido en ambas vitaminas.

El aporte de minerales de la carne tiene un papel muy beneficioso para las mujeres embarazadas. El hierro contribuye al transporte normal de oxígeno en el cuerpo y a la formación normal de glóbulos rojos y hemoglobina. El solomillo de buey y la carne magra de ternera son buenas fuentes de hierro.

El zinc, por otro lado, contribuye a la síntesis normal del ADN, así como al metabolismo de la vitamina A. Encontramos fuentes importantes de zinc en la carne magra del cerdo,  el cordero y la carne magra de ternera, mientras que la carne de conejo es fuente de minerales como el fósforo y potasio.

Una alimentación saludable durante el embarazo

A continuación, vamos a recordar una serie de pautas generales alimenticias muy útiles para la mujer embarazada. Un decálogo saludable a seguir durante la gestación:

  1. Mantenerse hidratada. Se aconseja beber 2 litros de agua al día en el primer trimestre y aumentar 0,5 litros, en especial si hay retención de líquidos en el segundo y tercer trimestre.
  2. Comer en ambientes tranquilos, procurando masticar despacio y repetidas veces.
  3. Cuidar el peso. No se tiene que  multiplicar por dos lo que comes.
  4. Aumentar la frecuencia de comidas, 4 ó 5 al día, en cantidades moderadas y recordando la importancia de no saltarse el desayuno, ya que es fundamental para afrontar el día con energía.
  5. Mejor optar por técnicas de cocción suaves: al vapor, al horno, en papillote…
  6. Consumir alimentos ricos en ácido fólico. Un nutriente presente en la carne que cobra especial relevancia durante la gestación por su contribución al desarrollo de los tejidos maternos. El hígado, constituye una fuente importante de ácido fólico.
  7. Cocinar bien (> 75 ºC) los alimentos como pescados, las carnes, los huevos… Y lavar bien con agua y desinfectante apto para el agua de bebida, las frutas y verduras antes de consumirlas, incluso las ensaladas ya preparadas en bolsa, para evitar riesgos alimentarios.
  8. Consumir alimentos ricos en proteínas y hierro. Los productos cárnicos aportan proteínas de alto valor biológico y hierro hemo de alta biodisponibilidad.
  9. Evitar el alcohol y limitar bebidas energéticas, café y té. Moderar el consumo de sal.
  10. Adecuar la actividad física a cada momento del embarazo.

 

EL PAPEL DE LA CARNE EN LA SALUD DE LA MUJER

Todos los grupos de alimentos son necesarios

La alimentación ideal es aquella que no prescinde de ningún grupo de alimentos. Todos ellos cumplen una función importante dentro de las necesidades  que tiene nuestro organismo. Y en la variedad y la moderación radica buena parte del secreto para gozar de buena salud a lo largo de toda la vida y en todas las épocas.

La primavera es una época especial, de esplendor y agitación en la naturaleza, en el tiempo y en los biorritmos humanos. Todo cambia rápidamente, todo varía de la mañana a la noche, y precisamente una alimentación variada y equilibrada es la mejor consigna para tener una salud de hierro en esta estación de cambio.

El aporte de vitaminas, proteínas y minerales que necesita nuestro cuerpo para funcionar física y mentalmente se adquiere en productos que tenemos muy al alcance.

  • Hortalizas y verduras. Ésta es una época de magníficos productos de la huerta.  Zanahorias, judías verdes y espárragos son algunas de las mejores opciones para nuestra cesta de la compra primaveral y saludable
  • Frutas. Las fresas son imprescindibles en este período. Su contenido de vitamina C es muy beneficioso para nuestras defensas. Otras frutas de temporada son los albaricoques, melocotones o cerezas, entre otras.
  • Frutos secos. Todo el año podemos encontrar estos productos tan ricos en vitaminas y minerales. La nuez con su alto contenido en fósforo es un saludable snack entre horas.
  • Legumbres. Ricas en hidratos de carbono de absorción lenta, son interesantes para afrontar días con más horas en la calle. Entre las legumbres de temporada, destacan las habas y los guisantes.
  • Carne. Son muchas las propiedades de la carne y todas importantes, pero algunas de ellas adquieren aún más valor si sufrimos cierto decaimiento. El hierro y la vitamina B12 son perfectos aliados para reducir el cansancio físico y mental.
  • Agua. Mantenerse hidratado es muy importante cuando empiezan a subir las temperaturas y pasamos más horas fuera de casa.  Y sí, no hay nada mejor que el agua para ello.

La carne es la principal fuente de nutrientes

Los requerimientos nutricionales que diariamente tiene nuestro organismo son muy importantes. Y más,  si cabe, cuando llega la primavera y los días son más largos.
La carne es la principal fuente de nutrientes como la vitamina B12, que fortalece el sistema inmunitario y ejerce un papel esencial para reducir el cansancio y la fatiga.
El zinc y el hierro son otros de estos nutrientes de los que podemos beneficiarnos especialmente gracias al consumo de carne. Estos minerales favorecen el correcto funcionamiento del sistema nervioso y de la función cognitiva, entre otras propiedades.

Por todo ello, las recomendaciones de la Sociedad Española de Nutrición Comunitaria (SENC) son muy claras al respecto: es necesario consumir entre una y tres raciones al día de proteínas, aconsejando alternar las proteínas de origen animal y las de origen vegetal. Consumo que será mayor cuando el cuerpo tenga que realizar más actividad o esté sometido a circunstancias más exigentes a nivel físico. ¡Un buen consejo para disfrutar de una radiante primavera!

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