Las personas de 65 años han de mantener un estado nutricional adecuado para aumentar la longevidad y mejorar la calidad de vida de la mano de una alimentación variada y equilibrada, donde la carne y los productos cárnicos son una pieza fundamental. Nutricionistas coinciden en que la calidad de la proteína y la facilidad de digestión se deben tener en cuenta en las personas con poco apetito.