Amantes de la carne y el vino, vuestro San Valentín perfecto

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Amantes de la carne y el vino, vuestro San Valentín perfecto
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Para amantes de la carne y el vino.

Siempre es un buen día para demostrar a nuestros seres queridos cuánto los queremos, pero quizá San Valentín puede ser una fantástica excusa para sorprenderlos y decírselo una vez más. Y es que los mejores regalos se encuentran en los pequeños detalles. Dedicarles tiempo y cariño, también en la cocina, puede ser la mayor muestra de amor. 

Una cena especial, un meditado menú, un ambiente acogedor y… una exquisita selección de vinos para acompañar. Hay manjares que combinados saben mejor, es el caso de seleccionar un buen maridaje para nuestras elaboraciones con carne. 

Este post está dedicado a los amantes de la gastronomía más gourmet, los amantes de la carne y el vino que saben disfrutar en la mesa y compartir con responsabilidad y mesura estas ocasiones tan especiales. ¿Qué vino marida mejor con un chuletón de ternera? ¿Cuál es el acompañante perfecto para un solomillo? ¿Y para entrantes? Hoy te contamos las mejores combinaciones de carne y vino para disfrutar de una velada perfecta. 

Pero primero, ¡un truco de sumiller! Es importante tener en cuenta que la temperatura ideal para tomar un vino blanco es de 6° a 9°C y la de los vinos tintos entre 14° y 18°C.

 

Embutidos para comenzar, mejor con un vino ácido y aromático

Comencemos por unos entrantes. Los embutidos amenizan y aportan un extra de sabor a cualquier encuentro, y más si es con un correcto maridaje. 

Por su sabor, normalmente untuoso, necesitan y emparejan mejor con vinos con alta acidez que limpian el paladar. Nuestra recomendación es que acompañes estos productos cárnicos con un vino ácido y aromático como puede ser un Sauvignon Blanc, un Pinot Gigrio o cualquier variedad de vinos de Jerez.

 

La carne de cerdo se disfruta con cualquier vino

Las carnes de cerdo de capa blanca e ibérico tienen una gran ventaja, y es que va bien con casi cualquier vino tinto e incluso con algunos blancos y rosados. Si vas a cocinar una receta en la que se emplean frutas (una magnífica elección que aúna las ventajas nutricionales de los vegetales y la carne), que suelen dar un toque dulzón, lo ideal es optar por vinos de taninos dulces: Syrah, Malbec o Carmenere. En cambio, si la carne de cerdo está acompañada de una salsa o en jugos, lo mejor será maridarlo con un vino seco.

 

Los vinos blancos también maridan con la carne de cerdo. La acidez de este tipo de vino combina muy bien con las carnes ahumadas o de sabores fuertes, como es el caso del cerdo, y potenciará su sabor. 

 

Ternera con vino tinto, exquisita combinación

Disfrutar de un entrecot a la parrilla, un asado de ternera o incluso un guiso puede ser una elección inmejorable. Caldos como el Malbec o el Cabernet Sauvignon serán buenos compañeros para carnes como esta, especiadas, a las brasas o bien sazonadas. Si te decides a preparar la carne de ternera a la parrilla, nada mejor para maridar que un buen Merlot.

El tataki de ternera es una de esas delicias que probamos en ocasiones especiales. Posee un sabor suave pero penetrante, que casa a la perfección con un vino tinto con mucho cuerpo cuyo aroma y densidad combinen con la ligereza de esta comida.

 

Un buen asado de cordero casa con tintos de todo tipo

Algo similar ocurre con la carne de cordero o cabrito, que va bien con vinos tintos de cualquier categoría. Dependiendo del corte de carne y la madurez de la pieza, deberás apostar por uno u otro acompañamiento que potencie y equilibre su sabor.

Por ejemplo, si el cordero es joven, se recomienda un Syrah. Sus notas dulces podrán equilibrar la carne tierna. Cuando la carne es de un animal adulto, el vino debe ser un tinto estructurado y con cuerpo como un Cabernet Sauvignon o Carmenere.

 

Amantes de la carne de conejo 

Para acompañar a una receta con carne de conejo, nada mejor que un vino tinto estilo cabernet Sauvignon. Estos también pueden ir acompañados por vinos blancos secos que presenten una acidez baja. Si preparamos estas carnes en guisos, con salsas o en platos muy especiados, mejor decantarnos por blancos más evolucionados o tintos jóvenes pero intensos.

Y para finalizar, un extra de dulzura. Te aconsejamos degustar algún vino dulce junto a cualquier postre. Vinos de Madeira, Oporto, de Jerez o Moscatel potenciarán el sabor del postre y pondrán el broche de oro a una velada inolvidable. 

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