Las vacaciones son para relajarse y descansar, eso es verdad. Pero el descanso puede llegar a ser tedioso si no lo amenizamos con actividades diferentes, planes lúdicos, propuestas gastronómicas, etc. Vivir el verano intensamente, esa es la cuestión. Aquí te lanzamos cinco ideas para hacer en verano. A ver qué te parecen.
1. Una escapada foodie
Que el turismo gastronómico está en auge es un hecho incuestionable, y que España es uno de los mejores países del mundo donde disfrutar de ello, desde luego que también. Las opciones son muchísimas, y seguro que en tu zona tienes alguna localidad con tesoros culinarios por descubrir. Una sugerencia perfecta para disfrutar de este tipo de turismo es, sin duda, la ciudad de Huelva, nombrada este año Capital Española de la Gastronomía. Huelva es uno de esos destinos que lo tiene todo en lo que a delicias gastronómicas se refiere: la tierra del jamón ibérico, la gamba blanca y las coquinas, ¡ahí es nada!
2. Una deliciosa barbacoa en casa
Desde unas chuletitas de cordero, hasta unas brochetas de la huerta y champiñones, desde jugosos solomillos a unas mazorcas de maíz tostado… hay cientos de ideas para sorprender a tus invitados en una barbacoa de verano. Bueno, y si tienes piscina, mejor que mejor.
3. Legendarias fiambreras de playa
En la memoria hay pequeños detalles que se quedan grabados de por vida. Uno de esos imprescindibles son probablemente las fiambreras de nuestra infancia. Echa la vista atrás, a esos días de playa en familia, recuerda aquel momento espectacular del filete empanado bajo la sombrilla tras horas de baños y juegos. ¿Por qué no revivir un momentazo así este verano?
4. El sabor de la sierra
El turismo rural es una alternativa magnífica a la playa. Son muchos los veraneantes que se deciden por la montaña, por sus paisajes, por las actividades que brinda, por esa saludable forma de vida que conquista al viajero. Y por su gastronomía: platos tradicionales, productos de la sierra, elaboraciones artesanales… placeres que afortunadamente se resisten a desaparecer. ¡Porque la belleza, y el buen sabor, están en el interior!
5. Un día de excursión
Para terminar, te proponemos un día de senderismo o de trekking, con su acampada y con su reposición de fuerzas, por supuesto. Elige el entorno que más te guste y la mejor compañía, y aprovisiónate de agua y alimento; unos sándwiches con embutidos, lechuga y tomate, y unas piezas de fruta te vendrán genial. Créenos, realizar una caminata por tu costa preferida puede ser una gran experiencia.