Contar con un carnicero de confianza en tu compra diaria es una garantía extra a la hora de adquirir un producto de calidad. El carnicero es todo un experto que representa un pilar de enorme valor en la cadena alimentaria.
Con su labor, el carnicero contribuye a hacer llegar al consumidor la carne en perfectas condiciones y con toda la información necesaria. España cuenta con una tradición magnífica de carnicerías y, realmente, sería un error no aprovechar todo lo que nos ofrecen.
Haz caso a tu carnicero, sabe de lo que habla
Quien tiene un carnicero cerca de su casa tiene un tesoro. Un tesoro para seguir una alimentación saludable, variada y equilibrada.
Los carniceros y carniceras de España demuestran día a día el conocimiento que poseen sobre el producto que venden, desde su procedencia a su valor nutricional, desde sus cualidades organolépticas a las mejores formas de cocinado. Los consejos del carnicero están basados en la experiencia y en los datos, y son excelentes aliados para acertar siempre en la cocina. Más de 60 mil profesionales trabajan hoy en día en las aproximandamente 30 mil carnicerías de nuestro país para acercarnos productos de la máxima calidad.
Calidad de la granja a la mesa
El cariño con el que carniceros y carniceras respetan y conservan el producto es una garantía para tu salud. Las condiciones de frescura, higiene y seguridad se mantienen en toda la cadena de producción. Hoy en día, España es un modelo de trazabilidad y de ello nos beneficiamos todos los consumidores.
Las carnicerías que tienes cerca de ti trabajan a diario para ofrecer lo mejor. Ya sea en mercados de abastos, tiendas de barrio o supermercados y grandes superficies, el consumidor puede apreciar la gran dedicación de los carniceros y el aspecto impecable de carnicerías y charcuterías: mostradores impolutos, vitrinas presentadas con esmero y con cariño y un género de la máxima calidad. Todo ello con el apoyo de la innovación y avances tecnológicos en los procesos y en la distribución de los productos cárnicos.
Entre los requisitos que cumplen las carnicerías está el de la refrigeración. Las carnes son conservadas entre 2º C y 7º C, garantizando su perfecto estado. Además, el etiquetado de los productos es una garantía que nos permite conocer el ciclo que han seguido. El etiquetado debe incluir información nutricional, datos sobre alérgenos, peso neto, fecha de caducidad o consumo preferente, y número de registro sanitario o marca sanitaria , dependiendo de si son carnes frescas o productos elaborados.