Desde hace mucho tiempo, la mujer desempeña un papel fundamental en el medio rural y en la ganadería, pero es en los últimos años cuando este hecho viene adquiriendo un mayor reconocimiento y visibilidad.
Poniendo voz a una labor callada
Las mujeres ganaderas siempre han estado muy presentes en el sector. Tradicionalmente, se les ha relacionado de manera injusta y generalizada con tareas de apoyo y un rol secundario. Y aunque sus labores abarcaran tareas de suma importancia, como el cuidado del ganado o la elaboración de productos, era habitual que antiguamente se les contabilizara como ayuda familiar.
Esa escasa visibilidad que, como en muchos otros ámbitos de la sociedad, afectaba a la mujer en el mundo rural y ganadero, debe ser cosa del pasado. Afortunadamente, las mujeres crecen en protagonismo en los trabajos ganaderos, al frente de explotaciones igual que los hombres, obteniendo ese reconocimiento que merecen desde hace tiempo.
El ejemplo de ganaderas emprendedoras
Se estima que las mujeres constituyen casi el cincuenta por ciento de la población del campo español. Las mujeres cumplen funciones económicas, sociales y medioambientales en el medio rural y, con su trabajo en las granjas, contribuyen de forma esencial al desarrollo sostenible del entorno.
La normativa en igualdad de género ha ido reconociendo la labor económica y social de la mujer en el campo y, en concreto, ha ayudado mucho a dar la visibilidad que las mujeres ganaderas han merecido históricamente. Algo que ha servido de semilla, a su vez, para el protegonismo progresivo de la mujer en el sector cárnico. Un momento muy relevante en esta senda hacia la paridad fue la Ley 35/2011 de Titularidad Compartida, por la cual aquellas explotaciones que se gestionaban en el seno de una unidad familiar pasaban a un régimen de propiedad a partes iguales entre el hombre y la mujer.
En cuestión de avances sociales y de mentalidad, se ha dado un salto formidable. Cada vez hay más empresarias jóvenes que sacan adelante su propia explotación y que se implican de manera determinante en la transformación de los productos ganaderos. La ONU cifra en un 20% las mujeres que son titulares de explotaciones agrarias y ganaderas en el mundo.
No solo el emprendimiento va a más, también el liderazgo por parte de las mujeres. Las estructuras del sector ya no son dirigidas solo por hombres: cada vez más mujeres ostentan puestos donde se toman las decisiones que marcarán el futuro de la actividad ganadera y cárnica.
EL RESPETO AL MEDIO AMBIENTE DE LA INDUSTRIA CÁRNICA