Se aproximan fechas entrañables: días de reencuentros, comidas en familia, regalos y llegará el momento en el que diremos aquello de “Año nuevo, vida nueva”.
Muchas personas aprovechan esta época para plantearse metas y buenos propósitos: ahorraré un poco más, seré más ordenado, comenzaré a hacer deporte dos veces por semana, me alimentaré mejor… Y cuando se trata de alimentarnos y de cuidar correctamente nuestro organismo estas metas no van de dietas milagro, sino de una nutrición variada y equilibrada. Aquí tienes dos premisas fundamentales con las que puedes iniciar el 2018 lleno de optimismo y salud y equilibrio.
Mantente hidratado
El agua es un nutriente indispensable dentro de nuestra alimentación, mantenernos hidratados ayudará a nuestro organismo y a su funcionamiento. Si no tenemos la hidratación adecuada, el cuerpo necesitará recurrir al líquido del interior de las células y éstas sufrirán. Tomar 8 vasos de agua al día, hará que tu cuerpo y tu piel lo agradezcan. Otra alternativa son los zumos de frutas que, con sus abundantes vitaminas, constituyen una gran dosis de hidratación. Pero sobre todo, evita las bebidas azucaradas y gaseosas; de ahí provienen la gran mayoría de las calorías.
Come un poco de todo y mucho de nada
Cada persona necesita una serie de nutrientes diversos en el organismo. Tomar fruta, verdura, carne y pescado es esencial para mantenernos en forma. Sobre todo desayuna correctamente, el desayuno es una de las comidas más importantes, pues le aportamos a nuestro cuerpo la primera dosis de energía que necesita. Si incluimos algún alimento como el jamón, podremos estar más activos en la mañana y conservar el apetito saciado hasta la hora del almuerzo. Recuerda, la carne es la principal fuente de proteínas naturales para tu organismo.