Afortunadamente, existe una gran variedad de productos cárnicos, todos ellos muy interesantes en cuanto a sus beneficios para el organismo. En este artículo te traemos un grupo de alimentos cárnicos quizás no tan conocido, pero que destaca por reunir excelentes propiedades nutricionales: hablamos de los productos de casquería.
En un principio la casquería no goza de la vistosidad o el glamour de otros productos. Para cierta parte del público no resulta tan atrayente y la prejuzga antes de darle (y de darse a sí mismos) una oportunidad. Sin embargo, su calidad, su sabor y sus valores nutricionales han sido reconocidos desde tiempo inmemorial dentro de nuestro patrimonio gastronómico, y cada vez más gente descubre con sorpresa y entusiasmo todas sus cualidades. Platos como las manitas de cerdo, las mollejas de cordero, la carrillada ibérica, los callos de ternera, o el arroz con conejo y riñones son auténticos representantes de nuestra cultura culinaria. Y hoy en día chefs de prestigio internacional le conceden el lugar que merecen en sus cartas.
A todo ello, hay que añadir las garantías que ofrece al consumidor la industria cárnica en España. La trazabilidad, las estrictas medidas de higiene y los controles de seguridad existentes en toda la cadena alimentaria garantizan la calidad del producto desde la granja a la mesa. El producto llega al comensal preservando todas sus propiedades. Veamos algunas de las ventajas de incluir la casquería dentro de una dieta variada y equilibrada y, como todo, en su justa medida.
1. Aporte de proteínas
Estos productos son, al igual que la carne, extraordinarias fuentes de proteínas con un alto valor nutritivo. Así, algunos productos de casquería como el hígado de cerdo o de ternera poseen un alto contenido en proteínas.
2. Poca grasa
Se tiende a confundir a veces la textura de ciertas piezas con su contenido graso: nada que ver. Los productos de casquería no poseen tanta grasa como a veces se piensa. Por ejemplo, los callos de ternera se caracterizan por un bajo contenido de grasa.
3. Vitaminas
Hablamos sobre todo de la vitamina A, que contribuye al funcionamiento normal del sistema inmunitario y de vitaminas del grupo B. Especialmente de la vitamina B12, presente en productos como el hígado o los riñones, que contribuye al funcionamiento normal del sistema nervioso, entre otras funciones. Así, algunos productos de casquería como el hígado de ternera o de cerdo poseen un alto contenido de vitamina A, además junto con las mollejas de cordero y los riñones poseen un alto contenido de vitamina B12.
4. Minerales
Los productos de casquería ofrecen un gran contenido de minerales, como el fósforo, el potasio y el zinc pero, sobre todo, el hierro, que contribuye al transporte normal de oxígeno por el organismo, entre otras funciones de nuestro cuerpo. Destacan especialmente productos como el hígado de cerdo y de ternera por su alto contenido de hierro y zinc, las mollejas de cordero como fuente de potasio y los callos de ternera por su alto contenido de fósforo y potasio.
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