El papel que desempeña la promoción y educación para la salud es fundamental a la hora de prevenir enfermedades. En estos días en los que todos hemos tomado más conciencia sobre nuestra salud y su vulnerabilidad, desde Carne y Salud hemos querido compartir este artículo con recomendaciones para una correcta manipulación de alimentos.
Adquirir pequeños hábitos de higiene a la hora de preparar los alimentos pueden evitar que pierdan sus propiedades, haya riesgo de intoxicación o, en el peor de los casos, nos causen problemas de salud. En definitiva, al adoptar estas sencillas medidas preservamos mejor la calidad de aquello que luego vayamos a ingerir.
Higiene de manos durante la manipulación de alimentos
Con la aparición del coronavirus la higiene de nuestras manos ha adquirido mucha más importancia. Lavarse las manos es una de las medidas principales de prevención y control de la infección. Cuando nos disponemos a tratar con alimentos, esta actividad debe ser esencial.
Se debe lavar las manos de forma escrupulosa antes, durante y después de la manipulación de alimentos. Se recomienda el uso de agua tibia y jabón durante al menos 20 segundos. Siempre se deben lavar después de acudir al aseo, sonarse la nariz, toser o estornudar. También después de tocar materias primas crudas y tras manejar basuras o recipientes que las contengan. De esta forma evitaremos la contaminación de otros productos y posibles infecciones.
Las uñas deben estar limpias y cortas. Se recomienda evitar el uso de relojes, pulseras y anillos, al igual que tocarse el pelo, la boca, la nariz y oídos. Si tenemos que usar el teléfono móvil, éste deberá estar previamente limpio. También se aconseja no dejar al descubierto rasguños u otras lesiones en las manos, es preferible cubrir las heridas con guantes o apósitos.
Utensilios y superficies
Siempre que dispongamos de un utensilio adecuado, es preferible utilizarlo en lugar de las manos a la hora de manipular alimentos.
A los utensilios y superficies se le debe aplicar la misma higiene que a las manos para que sirva como herramienta de protección ante cualquier infección. Es muy importante limpiarlos con agua tibia y jabón cada vez que hayan estado en contacto con un alimento, con esta acción se evitará la contaminación cruzada por restos de comida.
Se puede sustituir el agua y jabón por una solución de cloro. Mezclamos 5 ml ( 1 cucharadita) de hipoclorito de sodio en 750 ml (3 tazas) de agua. Esta solución proporciona una mayor protección. Es importante etiquetar la botella de spray en la que guardemos este producto casero.
Si se utilizan utensilios para manipular alimentos crudos, estos deben lavarse con agua tibia y jabón o a fondo en el lavavajillas antes de volver a utilizarlos.
Es recomendable el uso de toallas de papel para la limpieza de superficies. En el caso de utilizar repasadores o toallas de tela, se aconseja lavarlas en el ciclo caliente de la lavadora. Una correcta limpieza de utensilios y superficies de la cocina ayudarán a eliminar bacterias y reducir el riesgo de enfermedades por alimentos.
Frutas y verduras
Siempre debemos usar agua potable fría para lavar las frutas y verduras. El agua que utilizamos tiene que provenir de una fuente potable sin contaminación. En caso de que se desconozca su procedencia o se dude del estado, se debe usar agua embotellada o tratarla para que sea segura.
Ya sea para comerlas o cocinarlas deben ser lavadas, para aquellas con una piel firme, como las zanahorias o patatas, podemos usar un cepillo de vegetales.
Manipulación de alimentos como la carne
No se debe usar la misma tabla para cortar frutas, verduras y otros alimentos que parar cortar y preparar carne cruda, pescados y aves de corral.
Nunca debemos dejar carne cruda, pescado o mariscos en la mesada durante más de dos horas.
Antes de cocinar carnes debemos poner atención al comprobar su aspecto y evitar su ingesta si presenta un aspecto que no nos ofrece confianza .
Productos congelados
Hay que descongelar totalmente los alimentos antes de consumirlos. Para ello, es preferible que pasen del congelador a la nevera, dejándolos allí un máximo de dos días. Se puede usar el microondas para descongelar. Sin embargo, no es recomendable que se descongelen a temperatura ambiente ni con agua caliente
Residuos
Es importante prestar especial atención a los residuos que generamos en la cocina. Se recomienda asignar una zona en específico y procurar clasificar los residuos de forma adecuada.