La lasagna o lasaña de carne es un clásico de la gastronomía italiana que desde hace mucho triunfa en las cocinas de nuestro país. Su concepto es tan sencillo como exquisito su sabor, y la verdad es que suele gustar a niños y mayores de medio mundo. La lasaña es versátil y admite combinaciones con todo tipo de carnes y verduras, recetas ricas que aportan un toque fresco, ameno y saludable a tu mesa.
La pasta de lasaña ya suele venir precocida por lo que simplemente hay que hidratarla en agua caliente durante unos 10 minutos. Si no, habrá que cocerla en agua hirviendo siguiendo las indicaciones. En todas las preparaciones que veremos ahora, la lasaña va al horno junto con el relleno, montándola por capas en un recipiente y rematada con una bechamel y queso rallado que gratinaremos. A continuación te damos cinco ideas de rellenos exquisitos para triunfar en la cocina con tus lasañas de carne. A continuación te damos cinco ideas de rellenos exquisitos para triunfar en la cocina con tus lasañas de carne.
1. Lasaña de cordero y verduras
Esta receta es fantástica para que los más pequeños de la casa comiencen a consumir cordero, una carne con muchos beneficios para los niños. Para su elaboración podemos utilizar pierna de cordero.
Primero sofreímos cebolla, ajo, pimiento rojo, pimiento verde, y calabacín, y a continuación la carne picada de cordero. Cuando esté dorada, añadimos tomate triturado y lo rehogamos a fuego lento. Ese será el relleno de nuestra lasaña. Luego, un golpe de horno de 10 minutos a 220 ºC y tu cocina quedará envuelta en una fragancia irresistible.
2. Lasaña de paté ibérico y setas
Cocinar productos de cercanía es una garantía de calidad y salud que podemos incluir en una alimentación variada y equilibrada. Ir al mercado y encontrar los mejores productos que ofrece cada zona y cada época es un lujo al alcance de todos. Es el caso de las excelentes carnicerías que hay en nuestro país.
Esta receta de lasaña utiliza dos productos muy de la tierra: unas setas de temporada, las que más te gusten y haya en tu zona, y el extraordinario cerdo ibérico. El paté de hígado de cerdo ibérico lo puedes encontrar buenísimo ya elaborado, o hacerlo tú si prefieres. Basta con rehogar ajo, cebolla, el hígado (todo muy picado), flambear con brandy, condimentar con pimienta y tomillo, reducir y triturar cuando repose. Enfriar en un molde y cubrir con un poco de manteca de cerdo fundida.
Y ahora, para montar la lasaña antes de hornear, añade un poco de tomate frito sobre la primera lámina de pasta. En las sucesivas capas, alterna la pasta con el paté y culmina con bechamel. ¡Espectacular!
3. Lasaña de carrilleras de ternera
¿Has hecho una olla de carrilleras de ternera y te ha sobrado un poco? Una lasaña puede ser una opción perfecta para aprovechar al 100% este gran producto. Las carrilleras previamente guisadas las cortamos en dados y las incluimos en un sofrito de cebolla y ajo. Añadimos tomate triturado, el jugo de la carrillera y cocinamos a fuego lento durante una hora.
El resultado será una untuosa preparación de carrillada de ternera con el espesor ideal para mezclar con las láminas de pasta. La bechamel por encima y el toque de horno final combinará los sabores y unificará el conjunto.
4. Lasaña de paleta cocida y queso
Otro de esos platos que resultan perfectos para introducir en el mundo de la cocina a los niños y hacerlos partícipes de las elaboraciones que emplean productos naturales. Para esta lasaña puedes emplear, por ejemplo, una rica paleta cocida extra y un queso semicurado Idiazábal.
Las capas de la lasaña alternarán tomate frito, paleta cocida y loncha de queso. Para finalizar, deberás napar con la bechamel, añadir queso rallado y hornear. Una receta para disfrutar en familia.
5. Lasaña de conejo y zanahorias
Una lasaña muy original para finalizar. En ella combinaremos crema de zanahoria y conejo rehogado. Para la crema, sólo necesitarás cocer zanahorias y patatas y batir hasta que quede una mezcla homogénea. Para las piezas de conejo, deshuésalas, córtalas en trozos pequeños, y fríelas con unos dientes de ajo picados. Añade un chorrito de vino blanco y déjalo reducir.
En una fuente de horno, extiende un poco de crema de zanahorias, sobre ella unas láminas de lasaña, a continuación una capa con el conejo y otro tanto de crema de zanahoria. Aquí el gratinado puedes hacerlo con bechamel o con crema de zanahoria y queso. De ambas maneras quedará riquísimo.