Qué época más especial es la primavera, con esa explosión de naturaleza, la luz que se mutiplica y una temperatura que empieza a ser ideal. Pero la alegría que nos transmite la primavera a veces se ve empañada por un cuadro de síntomas que afectan a nuestra salud y nuestro ánimo. Y no, no hablamos ahora de la alergia; nos referimos a la temida astenia primaveral, un estado de decaimiento general que impide llevar una vida activa y en condiciones saludables. ¿A qué se debe tanto sueño y cansancio? ¿Cómo evitar esta sensación de agotamiento físico y mental? Nutrientes como la vitamina B12 y el hierrro contribuyen a reducir el cansancio y la fatiga. A continuación te damos las claves para que venzas a la astenia primaveral con una alimentación sana, variada y equilibrada.
1. Mucho líquido y muchas nueces
En este tiempo de meteorología cambiante, días más largos y mayor actividad al aire libre es fundamental mantenerse bien hidratado. Hay muchos alimentos que contribuyen a hidratar nuestro organismo, pero a menudo se tiende a olvidar el ingrediente más importante para tal objetivo, y desde luego el más sencillo: el agua. Aunque depende en cierto grado del peso y edad de cada persona, en general hay que acostumbrarse a beber agua: por lo menos unos 8 vasos al día, en torno a dos litros como mínimo.
Entre comida y comida será muy importante, pues, mantenernos adecuadamente hidratados. Pero, de agua no sólo vive el ser humano. ¿Qué podemos hacer si se nos hacen larguísimas esas horas y el cansancio reaparece? Un alimento muy recomendable para sobrellevar los periodos «entre horas» es la nuez. El consumo de nueces de manera habitual nos aporta fósforo, que contribuye al metabolismo energético y selenio, que juega un papel en el funcionamiento normal del sistema inmunitario y ayuda a proteger a las células frente al daño oxidativo.
2. Los beneficios de la carne
Las carnes de cerdo, ternera, cordero o conejo son excelentes aliadas contra la astenia primaveral. En general, su aporte de proteínas, minerales y vitaminas siempre resulta de gran valor, y ahora, en primavera, quizás apreciemos aún más tales beneficios. Especialmente, la contribución del hierro y de la vitamina B12 ayudan a reducir el cansancio y la fatiga.
Otros nutrientes de la carne desarrollan una función de enorme importancia, como el potasio, que juega un papel en el normal funcionamiento del sistema nervioso. Por su parte, el zinc contribuye a la normal función cognitiva.
En este otro post te recomendábamos las raciones óptimas de proteínas cárnicas para afrontar mejor el día a día. Si no ha podido el invierno contigo, ¿va a poder la primavera? Di que no.
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3. Verduras de hoja verde
Acelgas, lechuga, espárragos, canónigos, espinacas y otras verduras de hoja verde son esenciales también por su aporte de vitaminas como la C o el ácido fólico, que contribuyen a la función psicológica normal.
4. Frutas de temporada
No debes olvidar incluir en tu alimentación aquellos productos que la naturaleza nos regala. Durante estos meses podemos encontrar en el mercado frutas propias de la primavera, como los nísperos, las cerezas y, por supuesto, las fresas. Su alto contenido en agua, vitaminas como la C y fibra, los convierten en ideales para complementar el aporte de nutrientes necesario.