Cada semana, profesionales de la salud, como dietistas-nutricionistas, tecnólogos y médicos, prestigiosos colaboradores y reconocidos científicos y expertos en alimentación y nutrición, junto a expertos y técnicos del sector alimentario y cárnico, aportan información de interés para el consumidor sobre el importante papel de la carne dentro de una dieta sana, variada y equilibrada.
En esta ocasión, el programa trató de los tipos de derivados cárnicos que podemos encontrar en el mercado, su composición y fecha recomendada de consumo. La Normativa Europea de Higiene de los alimentos de origen animal los clasifica en carne fresca, carne picada y preparados cárnicos. Vamos a conocer cuáles son sus diferencias de la mano de los profesionales.
Carne fresca, gran fuente de nutrientes
María Sánchez, secretaria general de Confederación Española de Detallistas de la Carne, (Cedecarne), explicó que “la carne fresca es un producto perecedero, altamente rico en nutrientes y con un alto contenido en hierro, que solo se ha sometido a refrigeración, congelación o ultracongelación, sin ningún tipo de elaboración ni modificación. Cuando entra en contacto con el oxígeno del aire se oxida, lo que provoca que su tonalidad vaya variando de un rojo vivo a un rojo más pardo, sin que en ningún caso esto signifique pérdida de calidad, simplemente es un proceso natural de transformación del producto”.
Carne picada, uno de los derivados cárnicos sin aditivos conservantes
Juan Carlos Martínez, jefe de carnicería en Makro, contó que “la carne picada es la carne deshuesada, que ha sido sometida a una operación de picado en trozos más o menos finos. No puede llevar ningún condimento ni aditivo conservador salvo, en su caso, menos del 1% de sal. Este producto tiene una vida útil muy corta y su fecha caducidad es de 24 horas, por lo que se aconseja su congelación si no se va consumir en ese plazo de tiempo”.
Hamburguesa y burger meat, rica en condimentos
Otros derivados cárnicos son la hamburguesa y burger meat, que aun pareciendo similares en la forma, no lo son ni en denominación de producto ni en sus ingredientes.
Según María Sánchez, secretaria general de Confederación Española de Detallistas de la Carne, (Cedecarne), se denomina carne de hamburguesa al “preparado cárnico elaborado a base de carne picada y distintos ingredientes y condimentos como ajo, hierbas y especias, queso, etc., para darle un sabor característico. Puede llevar antioxidantes de origen natural, pero en ningún caso lleva conservantes”.
Por su parte, Juan Carlos Martínez, jefe de carnicería en Makro, señala que para el gran consumo se cuenta con la denominación comercial de preparado cárnico burger meat, este “puede contener un tipo de conservante denominado sulfito y, además debe contar con un 4% de cereales y/u hortalizas en su lista de ingredientes, por supuesto junto con cualquier otro, condimento o especia”.
Lo más importante es que todos los aditivos utilizados han sido previamente autorizados y son evaluados permanentemente por la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria, que asegura su completa idoneidad para el consumo y, junto al correcto etiquetado del producto, aporta una gran seguridad al consumidor.