¿Eres de las personas a las que la primavera le parece preciosa pero a la vez le agota? ¿Te gusta disfrutar de su clima pero temes el cansancio que te provoca? Lo primero que has de saber para combatir el decaimiento propio de la primavera es que una alimentación equilibrada, con presencia de verduras, carnes, legumbres, pescados y frutas, resulta fundamental.
Este no es el típico post con sospechosas monodietas milagrosas que confieren poderes a quienes las toman, este artículo no viene a descubrir el “último superalimento surgido de la nada” ni va a demonizar otros productos. Aquí defendemos una dieta sensata, desprovista de modas y prejuicios, una alimentación variada con garantías nutricionales y 100% saludable.
Todos los grupos de alimentos son necesarios
La alimentación ideal es aquella que no prescinde de ningún grupo de alimentos. Todos ellos cumplen una función importante dentro de las necesidades que tiene nuestro organismo. Y en la variedad y la moderación radica buena parte del secreto para gozar de buena salud a lo largo de toda la vida y en todas las épocas.
La primavera es una época especial, de esplendor y agitación en la naturaleza, en el tiempo y en los biorritmos humanos. Todo cambia rápidamente, todo varía de la mañana a la noche, y precisamente una alimentación variada y equilibrada es la mejor consigna para tener una salud de hierro en esta estación de cambio.
El aporte de vitaminas, proteínas y minerales que necesita nuestro cuerpo para funcionar física y mentalmente se adquiere en productos que tenemos muy al alcance.
- Hortalizas y verduras. Ésta es una época de magníficos productos de la huerta. Zanahorias, judías verdes y espárragos son algunas de las mejores opciones para nuestra cesta de la compra primaveral y saludable
- Frutas. Las fresas son imprescindibles en este período. Su contenido de vitamina C es muy beneficioso para nuestras defensas. Otras frutas de temporada son los albaricoques, melocotones o cerezas, entre otras.
- Frutos secos. Todo el año podemos encontrar estos productos tan ricos en vitaminas y minerales. La nuez con su alto contenido en fósforo es un saludable snack entre horas.
- Legumbres. Ricas en hidratos de carbono de absorción lenta, son interesantes para afrontar días con más horas en la calle. Entre las legumbres de temporada, destacan las habas y los guisantes.
- Carne. Son muchas las propiedades de la carne y todas importantes, pero algunas de ellas adquieren aún más valor si sufrimos cierto decaimiento. El hierro y la vitamina B12 son perfectos aliados para reducir el cansancio físico y mental.
- Agua. Mantenerse hidratado es muy importante cuando empiezan a subir las temperaturas y pasamos más horas fuera de casa. Y sí, no hay nada mejor que el agua para ello.
La carne es la principal fuente de nutrientes
Los requerimientos nutricionales que diariamente tiene nuestro organismo son muy importantes. Y más, si cabe, cuando llega la primavera y los días son más largos.
La carne es la principal fuente de nutrientes como la vitamina B12, que fortalece el sistema inmunitario y ejerce un papel esencial para reducir el cansancio y la fatiga.
El zinc y el hierro son otros de estos nutrientes de los que podemos beneficiarnos especialmente gracias al consumo de carne. Estos minerales favorecen el correcto funcionamiento del sistema nervioso y de la función cognitiva, entre otras propiedades.
Por todo ello, las recomendaciones de la Sociedad Española de Nutrición Comunitaria (SENC) son muy claras al respecto: es necesario consumir entre una y tres raciones al día de proteínas, aconsejando alternar las proteínas de origen animal y las de origen vegetal. Consumo que será mayor cuando el cuerpo tenga que realizar más actividad o esté sometido a circunstancias más exigentes a nivel físico. ¡Un buen consejo para disfrutar de una radiante primavera!